viernes, 17 de octubre de 2008

Dios no es peruano

Que dios nos ayude.

Cereza en el pastel con la que el ministro Hurtado Miller coronó el anuncio del shock económico en agosto del 90, sólo cuatro meses después de unas elecciones que Fujimori ganó con el lema del "no shock". Al día siguiente del mensaje televisado, heróicas madres peruanas oficiarían el misterio de la multiplicación del pan, cuyo precio pasó de 9 mil a 25 mil intis. Es por esta clase de milagros, realizados sin ayuda divina, que los de mi generación le tenemos gran ley a nuestra viejita... misma razón por la que recordamos tan efusivamente a la de Hurtado Miller.

3 comentarios:

Yvonne dijo...

El día que este tío caiga deberían someterlo a la tortura de ver su mensaje de por vida y que en una de esas Dios, a modo de venganza y limpieza de honor, le mande un rayo que no lo mate pero que lo haga sufrir como nos hizo sufrir. Que malvada me he puesto jeje.

Alfonso de la Guarda dijo...

Pero Hurtado hizo sólo su trabajo, lo necesario para que el Perú avanzara (ojo, no lo defiendo pero si contextualizo el momento).

Jimmy dijo...

Avanzara hacia la dictadura.